La historia de los dos primos Jan Götte y Björn Götte se remonta a las raíces de su infancia, cuando pasaban cada Navidad lado a lado en casa de sus abuelos. Los rituales tradicionales, el brillo de las luces y el aroma de las delicias formaron su idea de la magia de las fiestas. Estos valiosos recuerdos crearon un vínculo entre ellos y la temporada festiva, que perdurará para siempre.

Junto con Michael Weyers, un socio estimado y conocido cultivador de árboles de Navidad, han creado ArtiTree. La profunda conexión de Michael con los árboles de Navidad reales fue inicialmente un desafío para su idea de árboles artificiales. En una reunión informal y con una cerveza fría, compartieron su visión con él. Sin embargo, resultó que Michael ya había estado reflexionando sobre el tema, ya que algunos de sus clientes mencionaron en los últimos años que, por razones alérgicas, lamentablemente no podían comprar un árbol real.

Nuestra aventura en ArtiTree comenzó con innumerables diseños de patrones, una gran dosis de perseverancia y ajustes interminables. Fundamos la empresa con el objetivo de crear algo único que reflejara el ambiente festivo y los valores de nuestras propias celebraciones navideñas. La idea de desarrollar un árbol de Navidad artificial que capturara la calidez y belleza de un árbol real nos impulsó a superar nuestros límites.

La decisión de optar por un soporte de madera certificado por FSC en un moderno tono gris fue una prueba de nuestra dedicación a la sostenibilidad y a la estética que se alineaba con nuestra visión. Sin embargo, el verdadero desafío radicaba en la estabilidad de la punta: debía ser lo suficientemente fuerte como para soportar no solo la estrella, sino también otras decoraciones preciosas. Después de numerosos intentos y experimentos, finalmente encontramos la solución perfecta que convirtió nuestro árbol único en lo que es hoy.