Celebrar de manera sostenible: Por qué un árbol de Navidad artificial es ecológicamente sensato
Compartir
La Navidad es la fiesta del amor, y cada vez más personas quieren celebrarla en armonía con el medio ambiente. Pero, ¿cómo encaja un árbol de Navidad ricamente decorado con un estilo de vida sostenible? La respuesta sorprende a muchos: Un árbol de Navidad artificial puede ser claramente alternativa más ecológica ser – cuando se elige conscientemente y se utiliza correctamente.
La huella ecológica de los árboles reales
Un árbol real crece en promedio de 8 a 12 años antes de ser talado, solo para estar unos pocos días en la sala de estar. Además, se suman los pesticidas en el cultivo, largos trayectos de transporte, embalajes de un solo uso y la eliminación anual.
Solo en Alemania se venden alrededor de 30 millones de árboles de Navidad por año vendido, la mayor parte de los cuales no proviene de la silvicultura regional, sino de plantaciones con manejo intensivo.
Durabilidad como protección climática
Un árbol de Navidad artificial de alta calidad es idealmente 10–15 años o más utilizado. Ya a partir del tercer o cuarto año, su balance climático es mejor que el de un árbol real, especialmente si prestas atención a la calidad y a los materiales libres de contaminantes.
Nuestros árboles en ArtiTree están hechos de plásticos duraderos, reciclables, y se fabrican bajo condiciones justas. El embalaje y el envío están diseñados para la durabilidad, para menos residuos y más alegría.
No química, no deforestación
Un árbol de Navidad artificial no necesita fertilizante, ni agua, ni ser talado. Así no solo proteges los bosques, sino también el suelo, el aire y el agua. Y: ningún árbol también significa no tener moho, ni insectos y menos alérgenos en tu sala de estar.
Si además optas por guirnaldas de luces LED con temporizador y adornos naturales para el árbol, se crea un ambiente navideño completamente sostenible.
Estiloso y reutilizable
Sostenible no significa aburrido. Al contrario: un árbol artificial bien elegido es una declaración de estilo: moderno, elegante, atemporal. Puedes decorarlo, adaptarlo y exhibirlo de nuevo cada año. Esto ahorra dinero, recursos y te brinda libertad creativa.
Conclusión:
Quién quiere celebrar la Navidad con buena conciencia, toma una decisión bien pensada con un árbol de Navidad artificial. Producido de manera sostenible, duradero y respetuoso con el medio ambiente en el balance – así la tradición se convierte en futuro.