¿Árbol de Navidad artificial o árbol natural? Una comparación para familias

Cada año la misma pregunta: ¿Debe ser un árbol real, recién cortado y fragante, o uno artificial que se pueda colocar cada año? Especialmente las familias con niños valoran la comodidad, pero también la practicidad. Echemos un vistazo a las diferencias y por qué cada vez más hogares optan por el árbol de Navidad artificial elegir.

Optica: La naturalidad se encuentra con la perfección

Un árbol real tiene sin duda encanto, pero es un producto natural y nunca crece de manera completamente uniforme. No es raro encontrar espacios sin agujas, ramas torcidas o colores desiguales. En cambio, los árboles de Navidad artificiales suelen estar perfectamente proporcionados, densamente uniformes y hoy en día son sorprendentemente realistas, con agujas moldeadas en 3D, colores naturales y una estructura de ramas realista.

Muchas de nuestras clientas informan: "Solo se nota la diferencia si estás justo al lado, ¡y a menudo ni siquiera entonces!"

Tiempo y esfuerzo

Un árbol real debe comprarse, transportarse, colocarse, regarse y desecharse. En cambio, un árbol artificial se monta en pocos minutos, no pierde agujas, se mantiene bonito durante semanas y desaparece después de las fiestas ocupando poco espacio en el almacenamiento.

Especialmente si quieres disfrutar la temporada de Adviento sin estrés, el árbol artificial es imbatible.

Costos: a corto plazo vs. a largo plazo

Un árbol real cuesta entre 30 y 80 euros al año, y más en modelos grandes. En diez años, eso suma rápidamente varios cientos de euros. Un árbol de Navidad artificial de alta calidad de ArtiTree está disponible desde aproximadamente 150 euros y, con buen cuidado, dura entre 10 y 15 años.

Esto vale la pena, y al mismo tiempo cuida los nervios y el medio ambiente.

Sostenibilidad y responsabilidad

El árbol real crece durante años, solo para ser desechado después de unas pocas semanas. Además, se suman las emisiones del transporte y los residuos de embalaje. Los árboles artificiales son más ecológicos – cuando se utilizan durante muchos años. Quien consume de manera consciente, hace un bien a largo plazo con un modelo duradero.


Conclusión:

Quienes desean vivir la época previa a la Navidad de manera elegante, sencilla y sostenible, encuentran en un árbol de Navidad artificial la mejor opción, especialmente en familia. Perfecto en apariencia, fácil de mantener en el día a día y económico a largo plazo.

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